Adorable, dulce niña.

No cabe duda, Valeria ya no es mi recién nacida, está a punto de cumplir un año de edad y su inquietud por conocer el mundo es más grande cada día, como más grande es mi cansancio  y  aún más agotador el tener que estar detrás de ella, pues en cualquier momento está a punto de dar su primer paso solita.

 ¿Ventaja o desventaja?

Muchos nos dicen que ahora si viene lo  bueno con esta nueva etapa, que ya la perdimos dando su primer paso, que ahora si tendremos más trabajo, un sin fin de mitos y realidades; lo que para mara mí respecta es una etapa maravillosa, ver como Valeria crea su independencia poco a poco, su inquietud por explorar todo lo que ve me hace sentir como “Mamá gallina”, al ser una niña tan intrépida provoca en mí una atención mayor a sus movimientos pues el querer correr antes de caminar le ha provocado unos cuantos golpes de la vida (nada de cuidado) pero feliz de ver como sonríe cada vez que logra algo nuevo.

 A respuesta de mi pensamiento y cuestión ¿Cuándo caminará?  Creo que cuando lo logré será uno de los retos más aplaudidos para ambas,  pues sé muy bien que una vez que lo haga ella sabrá que se le pueden facilitar muchas cosas.

Ha sido ya casi dos meses desde que escribí el último post en mi blog y realmente no es por falta de interés, más bien el trajín de estar cuidando a una pequeña diablilla agota demasiado, pero feliz de hacerlo. Hay tantas cosas que contar, tantas cosas que decir que creo que este post se prolongaría demasiado si lo hago en una sola exhibición, es por eso que poco a poco y frecuentemente iré relatando todas las vicisitudes, alegrías y complicaciones del día a día y como hemos salido abantes Valeria y su mamá.

Por lo pronto esto no deja de ser solo una confesión más de una madre aprendiz.

Gaby. J

Tantas experiencias, tantas enseñanzas y lo que falta aún.

Ya tiene más de dos meses que no me había dado tiempo de escribir todo lo que Valeria ha crecido, aprendido y por supuesto lo que me ha enseñado como madre. Ahora que la cafeína ha hecho efecto en mí, ha llegado la inspiración y tiempo para alimentar este blog que he tenido muy descuidado.

No sé por dónde empezar, pero lo resumiré así, mi nena está próxima a cumplir 9 meses, tiene ya cuatro dientes arriba y dos abajo, gatea, no para de decir mamá y come que da miedo.

Se ha caído dos veces de la cama, cosa que no me agrada contar, pues es una de las situaciones que más remordimientos me causa (afortunadamente nada de cuidado). Es increíble ver cuán fuerte e intrépida es, no para de jugar y aunque hay días que no son buenos para mamá, el ver su progreso día con día mejora todo lo malo que pueda haber en mis actividades.

Si he de confesar algo, es que cada día estoy más enamorada de ella, ha puesto a prueba mi paciencia, determinación, convicción,ternura, alegría  pero sobre todo, el amor incondicional que pueda tener para con los seres que están con ella, no cabe duda una personita tan pequeña me puede enseñar más de lo que pude haber aprendido en muchos años.

Pero esto, no deja de ser solo una confesión más de una madre aprendiz y por eso quiero compartirles el rostro que me ilumia a diario mi vida.

Gaby. J

Balbuceos, gritos y hasta palabras.

No podía de dejar de compartir esto, y es que ayer mi pequeña Valeria dijo por primera vez la palabra que toda madre desea escuchar “Mamá” y aunque sé que solo es un reflejo de tanto balbuceo , que salió sin conciencia y sin saber realmente de lo que esto significa,  escuchar pronunciar de sus labios “mamá” logró que más de una lágrima brotara de mis ojos, no sé si la vuelva a decir prontamente pero por el momento me quedó con esa imagen y sonido que causo conmoción en mí. Muchos dirán que es muy pronto para que empiece hablar, pero la verdad es que cada bebé lleva su ritmo y Valeria, desde que nació le ha gustado que le platiquen mucho y ella siempre ha respondido a la plática, ya sea con balbuceos, sonrisas, trompetillas y bueno hasta con gritos si es que no le haces caso, creo que será una parlanchina como toda buena mujer que es.

Valeria ha crecido mucho y está a punto de cumplir 6 meses el próximo 8 de junio, ya empezamos con la ablactación desde hace 20 días y aunque según yo esto debería de haber comenzado hasta el mes seis, Valeria Monserrat comenzó un poco antes por situaciones de crecimiento, pues la pequeña ya no se llenaba solo con la leche de mamá, cada vez pide más y más de comer así que su pediatra nos recomendó que comenzáramos con unas cuantas probaditas de verduras y frutas (zanahoria, chayote, brócoli, pera, guayaba, manzana, plátano) nunca me dijo si estás debían ser cocidas o crudas pero pues por recomendaciones e instinto las cuezo y luego se las trituro a punto de papilla y se las doy, solo que desde hace unos días para acá la fruta se la doy cruda y solo se la raspo con la cucharita, en un principio pensé que quizá le haría daño pero la verdad es que su estómago recibió muy bien la fruta y bueno para mí esto se ha vuelto más fácil.

Hay tanto que contar de su desarrollo, que no me alcanzaría la página para describir cada una de sus gracias, aprendizajes y peripecias que pasamos juntas día con día, solo puedo decir que lo disfrutó al máximo y ver cómo crece es algo que es indescriptible e irrepetible.

De oreja a oreja…

Es la sonrisa de Valeria Monserrat y así es como me recibe todas las mañanas al despertar, con una sonrisa de oreja a oreja, la emoción que me hace sentir estremece todo mi cuerpo, no importa cuán cansada, enferma, desvelada esté, una sonrisa de mi pequeña basta para hacerme el momento más feliz, ahora que ya está más grande con todos platica, sonríe y hasta se enoja cuando no le prestan la atención que requiere, es increíble ver cuánto ha crecido.  

Dicen que la sonrisa es lo más bello que puede regalarte el ser humano, entonces los  bebés nos llenan de regalos constantemente porque cuando aprenden reír no paran.

Ayer le tocaron sus vacunas de 4 meses, pensamos que sería una noche difícil pero la verdad es que Monse, se ha portado como nunca, solo  nos costó un poco de trabajo dormirla pero,  cuando lo hizo durmió plácidamente toda la noche.

Ahora que ya tiene un mes más y comienzo a sacar toda la ropa que empieza a quedarle pequeña,  cada prenda que no le entra me da sentimiento, pues es una señal de que ya no es mi recién nacida, cada día más grande, hasta ropa de seis meses tengo que ponerle.

El día de su cumple mes tuvimos consulta con su pediatra nos fue muy bien, es una niña sana y grande, aún no le damos nada de comer que no sea leche materna y eso nos tiene muy contentos,  desde que supimos que íbamos a ser padres decidimos y tratamos en lo posible llevar a cabo una crianza natural, desde estar a favor del parto natural ( y lo logramos en parto acuático) hasta la alimentación con leche materna y usar pañales ecológicos (realmente son pañales de tela) en fin, sé que aún tenemos mucho que aprender y en la medida que se pueda trataremos de dar lo mejor y lo más naturalmente posible a Valeria.

 La verdad es que suena fácil pero, es un poco complicado, nunca me imaginé que el dar lactancia exclusiva era desprenderme de mi tiempo por completo pues ahora con cuatro meses de nacida no me atrevo a dejarla más de ocho horas a cargo de otra persona (llámese papá, tía, abuelos, guardería etc.) pues sé que depende completamente de mí para su alimentación y aunque tiene leche materna congelada, mi cabeza da mil vueltas pensando ¿Qué pasaría su llegasen a  acabarse los biberones, y si no se llena? etc., en fin, entre Valeria y yo hemos creado un vínculo muy especial que solo las padres podemos entender, sé que puede sonar algo egoísta pero es que realmente siento y pienso hasta que no eres padre puedes entender muchas cosas. Otra de las cosas que nos llevó a salirnos un poco de los paradigmas  hoy en día, no así de las costumbres es el uso de pañales ecológicos y aunque fue una decisión muy acertada también es muy cansada, el lavar pañales a casi diario es algo que fatiga, aunque debo confesar que si he usado pañales desechable pero en la menor medida posible, pues mi compañero en esta aventura (el papá de Valeria) y yo estamos comprometidos con la ecología y realmente convencidos que usar pañales de tela contribuye a cuidar más nuestro planeta, a decir verdad, me gustan más que los pañales desechable, pues hay muchas ventajas usarlos, no tengo que estar usando pomadas contra rozaduras, no se bate como me ha pasado con los pañales desechable ( no sé a ustedes mamis pero a mí me ha pasado), por mencionar algunas ventajas, en fin solo espero estar haciendo bien las cosas con pequeña, finalmente es mi conejillo de indias y con ella estoy experimentando lo que todo mi instinto maternal me dicta.

A pedir de boca...

Nunca creí en eso de las buenas vibras y que pide lo que se desea con mucha fuerza y se te cumplirá, siempre pensé que cuando tuviera un hijo me gustaría que fuera lo más natural posible, empecé a investigar años atrás y me enteré de los partos en agua, era mi sueño, "lo deseaba" conforme pasaban los meses me convencida más y más que mi parto debía ser acuático, no sabía ni cómo ni dónde, pero tenía que ser así porque así lo deseábamos tanto Juan Andrés y yo, por fin llegue a las manos de mi ginecóloga Raquel Loza, con quién estamos profundamente agradecidos, de los pocos doctores pro parto-natural, ella nos dijo que para un parto acuático debíamos tomar el curso de psicoprofiláxis, mismo que si no lo hubiéramos tomado muchas de las desavenencias que hemos tenido en estos últimos meses no hubieran podido ser superados con mayor facilidad, gracias Encarni, gracias a Vive tu parto (http://vivetuparto.com ).

Todo estaba saliendo a pedir de boca, Velería nacería en agua y yo, me sentía la mamá más preparada emocional, mental y espiritualmente para su llegada, el 8 de diciembre, comenzaron las contracciones, todo marcaba un buen ritmo y casi sin dolor, para mi última revisión Raquel mi ginecóloga me dice: "Hoy nacerá tu bebé (cabe mencionar que no quisimos saber durante todo el embarazo que iba a ser, hasta ese momento mi doctora y todos le llaman bebé, excepto nosotros, pues para nosotros era polizón pero, esa es otra historia)te vas a tu casa, te bañas, te relajas, comes algo y nos vemos como a las tres en el hospital para tú parto. Así lo hicimos, solo que Juan Andrés quería comer rico y tranquilo en un restaurante antes de la llegada de Valeria,nos dimos a la tarea de ir a comer y en pleno restaurante y con contracciones un poco más fuertes se me rompieron las membranas coloquialmente conocida como "la fuente" hubieran visto la cara de mi esposo, y no tanto porque se me rompieron las membranas y mi pantalón parecía de niño de un año aprendiendo a ir al baño, sino porque ya no iba a comer su corte de carne que había pedido, si hay algo que le pueda molestar es no comer, entonces se han de imaginar, pedimos la cuenta por lo que nos acababan de servir y la mesera nerviosamente se va corriendo a traerla y llega con la noticia "la casa paga", jajaja.... como no se me rompió después de comer el corte de carne.



Llegando al hospital unos 15 minutos después de salir del restaurante y con las contracciones cada vez más y más fuertes mi querido esposo tiene el buen tino de decirme posa para la foto, ¡claro! como a él no le dolía, pero bueno solo fue cosa de llegar al cuarto del hospital y los dolores eran insoportables ¡AUXILIO! ya no aguantaba y mi ginecóloga me revisa y me dice: Apenas tienes 6 cm de dilatación yo creo que como para las ocho de la noche, ¿Qué, qué? ¿las ocho?, eran las cuatro y tenía que soportar cuatro horas más el dolor, NO LO CREO, llega mi instructora del curso a mi auxilio y recordar todos los ejercicios de relajación para el dolor, ¡al diablo los ejercicios!, solo quiero que ya salga, me la pasé sentada en la taza del baño esperando que pasarán los dolores cuando venían las contracciones, entonces Encarni la instructora me recordó una frase muy cierta: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es solo de quién lo elige" fue entonces que me di a la tarea de concentrarme en el parto y tener más llevadero los dolores, no pasaron ni dos horas cuando yo ya estaba en la tina dando a luz a mi pequeña, de las experiencias más maravillosas que he tenido en toda mi vida, mi esposo junto a mí, apoyándome en cada momento, en cada dolor y respiración, gracias amor, nunca lo olvidaré. Valeria Monserrat nació a las 18:32, dos horas después y no cuatro como me lo había pronosticado la doctora, fue simplemente ¡MARAVILLOSO!.

Comienzo de una linda experiencia.

El 22 de abril del 2010 realmente cambiò  nuestras vidas a mi esposo Juan Ándres y a mi, no lo podìamos creer, primero una muestra casera y despuès la confirmaciòn mediante una prueba de laboratorio, "Positivo" estabamos embarazados y nuestra pequeña ya tenía un mes de gestación, cuantos (as) de ustedes esperan con tantas ganas embarazarse a la primera, pues dejen les confienso que Valeria no estaba planeada sino para finales del 2010 pero al enterarnos en abril me queda claro una vez mas que la vida te da muchas sorpresas y eres víctima de tu propio destino, un destino que no lo cambio por nada.