sábado, 12 de noviembre de 2011

Adorable, dulce niña.



No cabe duda, Valeria ya no es mi recién nacida, está a punto de cumplir un año de edad y su inquietud por conocer el mundo es más grande cada día, como más grande es mi cansancio  y  aún más agotador el tener que estar detrás de ella, pues en cualquier momento está a punto de dar su primer paso solita.

 ¿Ventaja o desventaja?

Muchos nos dicen que ahora si viene lo  bueno con esta nueva etapa, que ya la perdimos dando su primer paso, que ahora si tendremos más trabajo, un sin fin de mitos y realidades; lo que para mara mí respecta es una etapa maravillosa, ver como Valeria crea su independencia poco a poco, su inquietud por explorar todo lo que ve me hace sentir como “Mamá gallina”, al ser una niña tan intrépida provoca en mí una atención mayor a sus movimientos pues el querer correr antes de caminar le ha provocado unos cuantos golpes de la vida (nada de cuidado) pero feliz de ver como sonríe cada vez que logra algo nuevo.

 A respuesta de mi pensamiento y cuestión ¿Cuándo caminará?  Creo que cuando lo logré será uno de los retos más aplaudidos para ambas,  pues sé muy bien que una vez que lo haga ella sabrá que se le pueden facilitar muchas cosas.

Ha sido ya casi dos meses desde que escribí el último post en mi blog y realmente no es por falta de interés, más bien el trajín de estar cuidando a una pequeña diablilla agota demasiado, pero feliz de hacerlo. Hay tantas cosas que contar, tantas cosas que decir que creo que este post se prolongaría demasiado si lo hago en una sola exhibición, es por eso que poco a poco y frecuentemente iré relatando todas las vicisitudes, alegrías y complicaciones del día a día y como hemos salido abantes Valeria y su mamá.

Por lo pronto esto no deja de ser solo una confesión más de una madre aprendiz.

Gaby. J